De la mano

Aún recuerdo aquella vez que me perdi en la Feria del Hogar… Al principio no me habia dado cuenta, tan ensimismado que estaba mirando los stands. Pero luego de algunos minutos, volteé a ver dónde estabas y, ¡no estabas!

Sólo los que nos hemos perdido podemos saber cuan dificil es encontrarse en esa situación. Todo a tu alrededor parece desaparecer. Las luces traspasan tus ojos y sigues viendo sin ver nada. Los sonidos magnifican su intensidad hasta que el ruido se mete en tu cabeza y el miedo invade tus sentidos y todo queda en silencio. Los demas se vuelven extraños que te miran y te sonrien y hasta puede que te quieran ayudar pero tu no ves, no oyes, solo tienes miedo.

En medio de esa tormenta interior, perdido, solo, piensas en todo y en nada. Tratas de hablar pero ni un sonido sale de tu boca. Y una lágrima, o muchas, de pronto asoman por tus ojos. Y de pronto un gran calor te invade y sientes como tu alma vuelve al cuerpo. Porque finalmente mamá me ha tomado de la mano. Y ahora estoy a salvo. Estoy seguro. No estoy mas perdido.

No ha sido aquella la única vez en que me he sentido así. Han sido muchas a lo largo de mi vida en las que me he sentido completamente perdido. Muchas circunstacias las que me llevaron a sentirme como un niño perdido, con miedo, completamente solo. Errores, fallas, desaciertos, o simplemente inacción. Perdido, sin saber que hacer.

Y como esa vez, cada vez que mi madre me tomaba de la mano, volvía a sentir la paz en el corazón. Y me sentia capaz de resolver cualquier problema, por grande que fuera.

Hoy, por culpa de esta terrible enfermedad, te has ido perdiendo un poquito cada dia. Al principio podia ser que perdiste el nombre de algun objeto, para luego perder el nombre de algún lugar, o el nombre de alguna persona. Te has ido perdiendo en el olvido que significa padecer Alzheimer. Y estoy seguro que te sentiste angustiada y sola. Y con mucho miedo. Sé como se siente, sé lo terrible que es tener ese miedo adentro, aunque no puedas darte cuenta.

Y yo estoy igual. Porque al igual que hace tantas décadas, tengo mucho miedo mamá. Tengo miedo porque ya no te acuerdas de mi nombre, no te acuerdas de mi rostro. No te acuerdas quien soy, ni sabes donde estamos. Tengo miedo perderte.

Pero si te acuerdas de mis manos en tus manos. Y he aqui que nos encontramos nuevamente. Nos miramos y sin que digas palabras nos entendemos. Se que en tu corazón está mi lugar. El mismo que tienes tú en el mio. Se que en ese terrible silencio estamos en comunión. Porque nos sentimos completamente seguros uno en el otro, tomados de la mano.

en tu cumpleaños 90…