Amnesia

es duro despertar una mañana y no recordar nada
o fingir no recordar nada

es duro sentarse a la mesa vacía de ti
y tomar ese café en silencio
sin decir tu nombre

es duro mirar tu retrato aún colgado en la pared
y no recordar tu sonrisa ni tu mirada
para no llorar

es duro sentir el frío de la tarde
y no tener tu abrazo cálido

es duro llegar a la noche y buscarte al lado en la cama
y reconocer que no estás
que nunca estuviste
que nunca volverás

es duro saber que aunque mis labios repitan aún tu nombre
y que yo haya aceptado que ya no te recuerdo
te recuerde

No jurar amor eterno en vano

Al conocernos me dijiste que siempre…
Al besarnos me dijiste que todo…
Al decidirnos a caminar juntos me dijiste que eternamente…

Pero tus sentimientos se fueron diluyendo mas rápido que tus palabras.

Busqué entonces las fuerzas en el miedo de perderte y traté, traté de conocerte nuevamente. Pero me negaste el conocimiento de tu alma y de tu corazón. Cerraste la puerta. Te perdí pasa siempre.

Te pedí muchas veces un beso. A veces con una sonrisa, otras con una mirada. Pero me negaste tus labios. ¡Abrázame! te dije una noche. Pero ni siquiera por compasión al ver un alma herida abriste tus brazos. No hubo consuelo. El todo se convirtió en nada.

Decidiste que no querías caminar conmigo. Que era mejor cada uno por su lado. Que te quedabas en el sur y que yo viajara al norte. Partí. Y comprendí que la eternidad no dura mas que unos cuantos meses…

Necesito un mandamiento nuevo: no jurar amor eterno en vano.

De miedos y otros fantasmas

Y fue así que una mañana desperté con miedo.

El miedo de no saber que me esperaba durante el día
El miedo de la incertidumbre
El miedo de la depresión

Un miedo que me decia:
«Quédate en la cama, hoy no salgas, no hagas nada»
«¿Para qué vas a pensar, para qué arriesgar, para qué intentar?»

No me levanté ese día… no me levanté el siguiente, luego perdí la cuenta.
La cama seguía siendo demasiado grande para mi soledad y no podía llegar al borde y ponerme en pie.

Ya no sabía si era de día o de noche. El tiempo se trastocó.
Las cortinas cerradas pues la luz hería mis ojos.

Soledad… vacío. Miedo
Silencio